martes, 30 de agosto de 2011

INEVITABLE FRACASO DEL ESTADO DE BIENESTAR

La crisis de varios países europeos es un efecto no deseado del mejoramiento del bienestar social producido por las últimas décadas de prosperidad mundial.  Creó la ilusión del progreso permanente: estimuló el consumo y el gasto pagadero a futuro, despreciando los valores humanos del ahorro, el trabajo y el esfuerzo. La sociedad creyó la ficción de poder organizar el Estado de Bienestar para  cubrir todas las necesidades de toda la población.

¿Que paso? Creció el gasto estatal, el derroche y la corrupción.  Para pagarlos se subieron los  impuestos a la población; cuando no alcanzaron, los Gobiernos endeudaron al país; cuando se cortó el crédito internacional no pudieron pagar los vencimientos; la economía se contrajo, aparecieron la  crisis, la desocupación y los conflictos sociales y desapareció la quimera del Estado de Bienestar.

Además de los europeos, hay otros países que están en crisis o al borde. 
USA  sigue aumentando su  sideral deuda; si desapareciera la confianza que la sostiene, los efectos de la crisis serian impredecibles.

El fracaso del Estado de Bienestar es una noticia anunciada. La sociedad o los individuos no pueden gastar más de lo que producen;- el Estado no produce: gasta políticamente lo que produce la sociedad, o la endeuda.



Dr. Marcelo Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar         


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viernes, 26 de agosto de 2011

LAS ELECCIONES DE AGOSTO

Las recientes elecciones que ganó el oficialismo muestran la carencia de dirigentes políticos que ofrezcan un futuro de prosperidad a los ciudadanos.
Los llamados opositores son un rejuntado barrial, de pensamientos inconciliables: tienen ideologías perimidas, propuestas artificiosas e incumplibles y coincidencias con tendencias del oficialismo. La oposición carece de un proyecto político para superar la coyuntura y fijar las bases para la prosperidad ciudadana. Los ciudadanos repudian visceralmente el travestismo político, la corrupción y la inseguridad, la autocracia, la violación de los derechos individuales y la falta de libertad para realizarse en la vida. Falta el mensaje indicando el camino.
Las tendencias del oficialismo son: protegerse en el poder utilizando los resquicios legales y mecanismos existentes; tener mayoría electoral dando subsidios a los pobres y prebendas a los amigos, políticos y gobernadores y, ser severos con los incumplidores. La prosperidad ciudadana llegará con el poder.
Antes del 14/8 las elecciones estaban definidas.
El país necesita un programa de acción para resolver el desorden acumulado, sin deterioro adicional a los carenciados, y fijando las bases de la prosperidad ciudadana, que dependerá del crecimiento de las exportaciones y que permitirá triplicar los salarios.


Dr. Marcelo Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar



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martes, 23 de agosto de 2011

LA CONDICIÓN DE IDONEIDAD

El Art. 16 de la Constitución Nacional dispone: “Todos sus habitantes “son iguales ante la ley, y admisibles en los empleos sin otra condición que la “idoneidad”.

Algunos medios estiman que en los últimos diez años,  la   cantidad de empleados en la administración pública (nacional, provincial, municipal y organismos descentralizados), aumentaron el 50 %

No se ha constatado que las autoridades ejecutivas verifican la idoneidad del empleado para el cargo, lo que abre un abanico de irregularidades:- incumplimiento de la Constitución;- nombramientos políticos para apoyar al gobierno de turno sin tareas ni responsabilidades funcionales;- nombramientos por amiguismo, parentesco,  relaciones sentimentales, corrupción o crimen organizado.

El Congreso incumple la Constitución al no legislar sobre los requisitos y mecanismos para evaluar la idoneidad, incluyendo los valores éticos.

La sensación del ciudadano es que el ejército de nuevos empleados que ingresan anualmente a la administración no es evaluado y es una de las causas de la ineficiencia y deterioro del Estado. Hay consenso entre los estudiosos del tema, que hasta que se  dicte una ley fijando las normas del servicio civil de los agentes públicos, crecerá el desorden político  y la corrupción.


Dr. Marcelo Castro Corbat
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viernes, 19 de agosto de 2011

EN UN PAÍS POBRE, TODO ES DIFÍCIL Y DURO

El nivel de pobreza de un país se mide por el ingreso per cápita de sus habitantes. Hasta 1950, Argentina integraba el grupo de países ricos: los top ten. En 2010 el promedio mundial de ingreso per cápita en dólares nominales, fue de USD9.218 y el de Argentina de USD9.138, en el puesto 62 (Fuente: FMI). De los 62 países, 3 tuvieron más de USD76.000; 23 entre USD67.000 y USD30.000; 32 entre USD28.000 y USD10.000 y 4 con USD9.000.

Argentina no es un país pobre. Es un país estancado, con ingresos per cápita menores al promedio mundial. El estancamiento se inicia a finales de la década de 1940 con el lema de la Justicia Social, el combate al capital y el gigantismo paquidérmico y corrupto del Estado. Argentina estaba en excelentes condiciones para participar en el crecimiento mundial y hoy el ingreso per cápita rondaría los USD40.000, los sueldos estarían triplicados, no existiría el escándalo de la pobreza ni el deterioro de su capital humano.

El empobrecimiento de los argentinos, impide que puedan pagar el costo del transporte ferroviario y automotor, y las inversiones necesarias para mejorar los servicios; el mejoramiento educativo por maestros mal pagos, y en establecimientos con carencias en material didáctico; mejorar la salud y la desnutrición infantil, etc. La lista de penurias es interminable.

La Política Nacional prioritaria es triplicar los salarios de los argentinos para sacarlos de la pobreza, sólo posible si se aumentan exportaciones.


Dr. Marcelo Castro Corbat
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lunes, 15 de agosto de 2011

SOCIEDAD, CRISIS Y VIRUS MUTANTE

La crisis financiera de algunos países europeos y de EUA, tienen abrumada a la población mundial, por los males que ya padece y por la amenaza que las conmociones sociales producidas, se trasladen a otros países.

La sociedad humana es un organismo en equilibrio inestable por ser un conglomerado de voluntades cambiantes, que pasan rápidamente de la euforia a la crisis y a la disconformidad. Es la historia del avance de la civilización, espoleada por la eterna insatisfacción del hombre, que busca, como un virus mutante, cómo satisfacer sus ilusiones y aspiraciones, sin evaluar las distorsiones que todo cambio produce.

La actual crisis, es la corrección de un período de descontrolada euforia, basada en la ficción política del Estado de Bienestar, su creciente endeudamiento para cubrir el déficit y la especulación global ciudadana para enriquecerse rápido, deteriorando la cultura del trabajo y del esfuerzo. La corrección es inevitable y seguirá produciendo tensiones sociales, pero el hombre, con su esfuerzo y creatividad, reorganizará la sociedad.

La crisis no es terminal. Es un episodio más de la permanente búsqueda del hombre de satisfacer lo que considera prioritario para su vida, sabiendo que muchas veces sus aspiraciones no son alcanzables por el contexto social y económico y que pueden generar tensiones y violencias.


Dr. Marcelo Castro Corbat
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jueves, 11 de agosto de 2011

ESTRUCTURA JERÁRQUICA EN EL PODER POLÍTICO

La Nación Argentina adoptó para su gobierno la forma representativa republicana (C.N. Art.1), disponiendo que el pueblo gobierne por medio de sus representantes (Art. 22). Se adoptó la democracia republicana, en la que el pueblo es el soberano y tiene el poder político.

Esa estructura ideal, tuvo pocos y breves momentos de vigencia, porque los representantes no son del pueblo sino de contubernios políticos y hoy lo son de los partidos políticos. La norma constitucional sobre partidos políticos (superfluo Art. 38) y las leyes electorales, desconocen el principio de la soberanía del pueblo (Art. 33). Se institucionalizó la partidocracia, gobierno por representantes de los partidos, y que no tienen sanción por travestismo político o incumplimiento del mandato recibido. La jerarquía política constitucional es: 1) El soberano es el pueblo; 2) Gobierna y delibera por medio de sus representantes en el Parlamento a los que otorga el Mandato de: a) dictar las leyes necesarias para la prosperidad del país y del pueblo; b) Controlar su cumplimiento por el Presidente y las autoridades y; c) Que cumpla con la plataforma política que propuso a la ciudadanía.

Los recientes enfrentamientos entre los poderes Legislativo y Ejecutivo, expresan el rechazo de la autocracia presidencial a reconocer el Poder Político del pueblo.


Dr. Marcelo Castro Corbat

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martes, 9 de agosto de 2011

ENMENDAR LA CONSTITUCIÓN

Según la Constitución de 1853/60, la Nación Argentina adoptó para su gobierno la forma Representativa (gobierno del pueblo por medio de sus representantes: democracia); Republicana (la máxima autoridad es elegida por los ciudadanos o por el Parlamento por un período determinado); y Federal (compuesto por estados particulares, unidos por pactos, cuyos poderes regionales gozan de autonomía para su vida interna). También organizó las Autoridades de la Nación con los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial.

Posteriormente, por distintas circunstancias políticas, la praxis de la forma de gobierno se fue deteriorando y se deformó la organización de los tres poderes. En el año 2011, los candidatos a la máxima autoridad nacional y a representantes del pueblo son designados por la cúpula de los partidos políticos, y el pueblo, sin representantes y políticamente ignorado, está obligado a votarlos. El sistema impositivo aporta al Poder Ejecutivo el 70% de la recaudación, que la dilapida sin control convirtiendo a los gobernadores y a los representantes en el Poder Legislativo en mendigos del Poder Ejecutivo y políticamente extorsionables. El Poder Judicial sufre presiones del Poder Ejecutivo, convertido hoy en un sistema presidencial autocrático, ineficiente y corrupto.

Hay que enmendar la Constitución para restaurar la forma de gobierno.

Dr. Marcelo Castro Corbat

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martes, 21 de junio de 2011

FINANCIACIACIÓN DE PRODUCCIÓN EXPORTABLE

La Unión Industrial Argentina (UIA) considera “claramente insuficientes” los créditos para inversión productiva, impulsados con fondos del BCRA y del Bco. Nación y que los aportes del Anses, son solo un “ensayo”. La Presidenta reclamó a los bancos aumentar los créditos a la producción, y ser “imaginativos” para alargar plazos y con tasas fijas, lo que todos los empresarios se lo demandan.

La financiación de inversiones para producir bienes exportables, es normal que se financie en dólares y a largo plazo. El BCRA mantiene Reservas en el exterior por más de 50.000 millones de dólares, que financian inversiones en países ricos, lo que es extravagante; puede colocarlas en bancos del país en la medida que estos den garantías de organismos financieros internacionales o bancos del exterior que reintegrarán en forma inmediata los montos recibidos si el BCRA debe afrontar una corrida cambiaria.

Adicionalmente, urge regularizar nuestra deuda con el Club de Paris para que las empresas argentinas tengan crédito para la compra de bienes de capital en los países desarrollados.

La prosperidad económica y la armonía social de los argentinos dependen del crecimiento de sus exportaciones, las que serán un reactivante del mercado interno.


Dr. Marcelo Castro Corbat
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jueves, 16 de junio de 2011

LA CONSTITUCIÓN, ¿PARA QUÉ?

La Constitución Nacional dispone que corresponde al Congreso “imponer contribuciones directas, por tiempo determinado”, “siempre que la defensa, seguridad común y bien general del Estado lo exijan”. (Art. 75 inc. 2)

El imp. a las ganancias viola los cuatro requisitos: 1-Tiempo determinado: se creó por la crisis de 1930 por 10 años, con bajas tasas. Con prórrogas de 10 años ya lleva más de 75 años y por la inflación, la tasa se acerca al 45% de las ganancias reales, financieramente impagables; 2- Defensa: Argentina no tiene conflictos; el de Malvinas duró 2 meses y medio; 3- Seguridad común: la guerra subversiva abarcó algunos años de la década de los setenta. 4- Que el bien general del Estado lo exija: con esta frase se justifican los abusos de la corrupción en el Estado. El clima es de rebelión fiscal y la cultura, de evasión.

La sociedad está abrumada de impuestos, desde los asalariados, que deben pagar al Estado casi la mitad de sus sueldos, hasta las empresas, incapacitadas para invertir. Se ignora uno de los objetivos de la Constitución que es “promover el bienestar general”.

Los impuestos nacionales impiden el “federalismo”; las normas sobre partidos políticos y la ley electoral, impiden la democracia “representativa”; la autocracia presidencial impide la “República”; “la autoridad de la Nación” es el Poder Ejecutivo: somete al Poder Legislativo e ignora fallos del Judicial.

Dr. Marcelo Castro Corbat
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lunes, 13 de junio de 2011

¿QUIÉN LE PAGA A LOS CORRUPTOS?

La contestación es una: todos los habitantes de la República Argentina, pobres y ricos. A los pobres, que pagan el mayor monto por ser mayoría, la corrupción les impide salir de la pobreza, para los ricos es un gasto menor y para los corruptos es la fuente de ingresos.

En Argentina se instaló la cultura de la corrupción, que es aceptada por la ciudadanía por que se cree que el gasto público, corrupción incluida, lo paga el Estado y no la población. No se difundió que para pagarlo, el Estado se lo debe cobrar previamente a los habitantes. La corrupción es un cáncer en la administración pública y los delitos prescriben judicialmente sin sanción.

No se sabe cual es el costo de la corrupción para los pobres. Con datos aislados puede presumirse que ronda el 35% del presupuesto nacional. Entre otros costos, es corresponsable de que el ingreso de los asalariados haya caído a menos de la tercera parte de lo que ganan sus semejantes en los países que prosperan.

La corrupción política, económica y cultural impide el bienestar general y la prosperidad. Se la debe combatir sin contemplaciones.

La ciudadanía debe comprender que la corrupción es un delito que premia al ladrón, desordena la estructura productiva, y crea enfrentamientos sociales. Los pobres deben repudiar seguir pagando a delincuentes.


Dr. Marcelo Castro Corbat

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miércoles, 8 de junio de 2011

INVERSIÓN DEL ESTADO O PRIVADA

Discutir sobre si las inversiones necesarias para prestar los servicios que requiere la población debe realizarlas el Estado o el sector privado es perder el tiempo. Las inversiones deben realizarlas los que cubran mejor y a menor costo los servicios. Lo dijo Deng Xiaoping, y China creció.

En Argentina el Estado ha sido demolido: es ineficiente, penetrado de corrupción, carente de supervisión y controles, gigantesco y paquidérmico. Yaciretá, “catedral de la corrupción”, costó 5 veces más que el monto presupuestado, demoró 3 décadas y no está terminada. Hay un consenso público que la dilapidación y destrucción de riqueza es un componente de la inversión estatal. Ideólogos y corruptos siguen defendiéndola con expresiones altisonantes como defensa de la soberanía, integración social, cubrir servicios que el sector privado no atiende, distribuir la riqueza etc., lo que ha producido el estancamiento económico y social argentino, y bajos salarios.

El inversor privado ineficiente, quiebra. El Estado ineficiente, le cobra las pérdidas a la ciudadanía creando impuestos o endeudándola.

El Estado, paquidérmico, debe invertir en los sectores que son su responsabilidad indelegable: “afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común y asegurar los beneficios de la libertad” y dejar al sector privado las inversiones para “promover el bienestar general”.

Dr. Marcelo Castro Corbat
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lunes, 6 de junio de 2011

LA VIVIENDA ECONÓMICA

 La ocupación violenta de terrenos para instalar viviendas precarias y la usurpación de viviendas por grupos familiares es la expresión del grado de  deterioro habitacional del país. El avance de pobladores indigentes sobre predios urbanos, y el crecimiento de la delincuencia, conforman el clima de inseguridad ciudadana en que vivimos.
 El Art. 14 bis de nuestra presuntuosa Constitución, dispone: “El Estado otorgará…el acceso a una vivienda digna”. Desde que el Estado (el gobernante) metió mano en la vivienda, el déficit habitacional está en crecimiento: hizo lo que no tenía que hacer, politizó el tema, creó una maraña de corrupción e ineficiencia, y omitió hacer lo que  se debía, que es involucrar a la ciudadanía para que lo resuelva.
 Cubrir las necesidades de viviendas económicas requiere: tiempo, e invertir miles de millones de pesos que  la empobrecida sociedad argentina no los dispone.  La solución para la inversión es disponer: a) que los capitales invertidos en la construcción de viviendas económicas, para su alquiler o venta, sea computable como pago a cuenta del impuesto a las ganancias, y b) que la venta esté exenta del Impuesto al Valor Agregado. Se iniciarán en forma inmediata las construcciones y los tiempos se acortarán.
  La vivienda es un tema de armonía social y orden institucional.

Dr. Marcelo Castro Corbat
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viernes, 3 de junio de 2011

INVERSIÓN O IMPUESTO A LAS GANANCIAS

Lo absurdo:- La Presidenta expresa en foros internacionales que en Argentina hay excelentes oportunidades de inversión, pero mantiene políticas que paralizan la inversión privada nacional y extranjera. Resultado: los extranjeros no invierten y los argentinos que pueden, invierten en el exterior.

Lo indiscutible:- Producir bienes y servicios, requiere invertir capitales. Generar capitales, requiere que el precio de venta de un bien o servicio sea mayor que el costo de producirlo; es lo denominado ganancia. Sin ganancia no hay formación de capital ni inversión. Con la inflación, el impuesto a las ganancias, absorbe el 45% de las utilidades reales empresarias, e impide la inversión privada. Con la actual tasa de inversión (21% s/PBI) la ciudadanía seguirá empobrecida; la inversión debe acercarse al 30% del PBI.

El impuesto a las ganancias es un impuesto a la inversión, retrasa el desarrollo económico y social, impide la prosperidad del pueblo y es una escuela de corrupción y violación de la ley. Hasta tanto se elimine, las inversiones privadas productivas, en educación, salud, infraestructura y tecnología deben ser computables como pago a cuenta del impuesto a las ganancias.

Dr. Marcelo Castro Corbat
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miércoles, 1 de junio de 2011

PARTIDOS POLÍTICOS

  En 1994 se reformó la Constitución incorporando el Art. 38 referido a los partidos políticos, considerándolos “fundamentales del sistema democrático”, garantizando la “representación de las minorías”, la “postulación de candidatos”, y el “sostenimiento económico”.
 Apareció la partidocracia rentable, concretada con la rápida inscripción de cerca de 800 partidos. Están manejados por grupos que declaman defender al pueblo; antes de las elecciones le prometen resolverle los problemas y  después de las elecciones lo ignoran. Son una farsa de la democracia y han caído en   un generalizado descrédito ciudadano.
 El Art. 38 es una ficción adicional a las varias que tiene la Constitución, y no era necesario incorporarlo por ser un tema de legislación, modificable con la evolución de la sociedad y sin la rigidez de una reforma constitucional.
 Produce una incomunicación entre el pueblo y el gobierno que imposibilita el gobierno por el pueblo. Los legisladores que vota el pueblo no son sus representantes; son representantes del partido que los postuló como candidatos y no se sienten obligados con la voluntad ciudadana.
 Para facilitar el ordenamiento institucional del país, y que los derechos que propugna la democracia tengan vigencia, deben modificarse las normas  sobre partidos políticos, el régimen electoral y eliminar el voto obligatorio.

Dr. Marcelo Castro Corbat
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lunes, 30 de mayo de 2011

REEMPLAZO DEL PRESIDENTE

 En el proceso de estructuración política de la sociedad,  el hombre del siglo XXI  está acercándose a sus legítimas aspiraciones  personales y sociales: vivir con libertad, y poder ser actor en la organización de la sociedad y en el reemplazo del gobernante,  que en Argentina es el Presidente. Esto es lo natural y aceptado en todos los países institucionalmente organizados.
 En Argentina, grotesca y perversamente, el gobernante y sus acólitos calumnian a los que quieren reemplazarlo, atribuyéndoles  propósitos desestabilizadores, ser secuaces de gobiernos extranjeros y de la sinarquía, y medrar con la miseria del pueblo. No acepta sus falencias. Las enormes facultades que la Constitución otorga al Presidente las usa para sustentarse. Es el absolutismo, que los pueblos rechazan, como sucede en los países árabes.
  El sistema presidencial argentino, dificulta el reemplazo del presidente cuando pierde apoyo ciudadano, lo que genera tensiones sociales y que el gobernante se incline a la arbitrariedad, despreciando la democracia y deteriorando la armonía social.  
El presidencialismo hay que reformarlo para responder a la demanda del pueblo.

Dr. Marcelo Castro Corbat
Centro Segunda República
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viernes, 27 de mayo de 2011

GRAN CACIQUE Y JEFES TRIBALES

 La organización de las “Autoridades de la Nación”, decretada por la Constitución argentina, se asemeja estructuralmente a la de los pueblos indígenas: el cacique era “jefe supremo” y los jefes tribales le respondían; debían defender la comunidad, arreglar los conflictos internos, el pueblo los controlaba y los designaba un grupo de notables. Era una meritocracia.   
 Nuestra Constitución se degradó al permitir el acceso al poder a corruptos y abusadores, a los que incitan los conflictos internos, al imposibilitar el  control por el pueblo y que al Presidente lo seleccionen caudillos zonales o corporativos, muchas veces sin idoneidad, interesados en usufructuar  del poder.  El pretendido equilibrio de poderes, ejecutivo, legislativo y judicial, y el  federalismo son ficciones  inalcanzables. 
El presidencialismo argentino es políticamente fatal para el progreso de los pueblos, como lo es su derivación provincial, el “gobernadorismo”, que pretende instaurar gobernadores eternizables.
El sistema de autoridades de la Nación de la Constitución de 1853/60, fue un ideal que los hechos lo  pervirtieron en su espíritu.
Para que el país no recaiga en manos de nuevos autócratas, debe reformarse la Constitución, que no es un dogma intocable, sino un instrumento ajustable a la evolución y experiencia política. 

Dr. Marcelo Castro Corbat
Centro Segunda República
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lunes, 23 de mayo de 2011

LA POLÍTICA EN PAÍSES ORDENADOS O EN CRISIS

Todas las sociedades siempre tienen necesidades insatisfechas, porque el hombre es un eterno insatisfecho. Nunca existirá la sociedad perfecta. La propuesta política debe ser distinta si el país está ordenado cultural e institucionalmente o si está en crisis. En el primer caso, la dirigencia resuelve las insatisfacciones con arte político, mesura y sin alterar las bases culturales.

En la crisis, la sociedad urge resolver la emergencia y recibe dos propuestas: a) la de políticos ignorantes, irresponsables o malvados que con falsedades ofrecen resolverla mágicamente y atacando a inventados responsables, y b) la de los que piensan que las crisis son inevitables y congénitas con la evolución social, que enseñan como evitar su repetición y que solo se pueden superar con esfuerzo y tiempo. La primera propuesta crea esperanzas para las urgencias, aunque no las resuelve. La segunda no es convocante.

Argentina lleva décadas de crisis económicas y sociales sin resolver. Falta el mensaje a la ciudadanía que defina el camino para superar la crisis sin tensiones sociales y generar la prosperidad del pueblo, que pasa inexorablemente por aumentar la producción de bienes y exportarlos al enorme y creciente mercado mundial.

Dr. Marcelo Castro Corbat

Centro Segunda República

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miércoles, 18 de mayo de 2011

IMPUESTOS Y CORRUPCIÓN

En la distribución del ingreso nacional, el Estado y las distintas corporaciones sindicales, piqueteros, madres, etc., se quedan con casi el 50% del ingreso nacional. Con el otro 50% debe subsistir la gran mayoría de la población, empobrecida, pobre o indigente y algunos ricos.

Recaudadores de impuestos estiman que la evasión es del orden del 20/30% de lo recaudado, convertida ya en cultura nacional. El sistema impositivo argentino destruye el fruto del trabajo de los argentinos y, como nadie puede evitarlo, aparecen decenas de millones de evasores, incluyendo a recaudadores y tributaristas. Las leyes son ilegítimas, escuelas de corrupción, desorden y burla al orden legal e institucional.

Como las leyes impositivas vulneran derechos humanos, la ciudadanía extiende el cuestionamiento a toda la legislación y se agrava el proceso de corrupción. Es la anomia, la ausencia de ley y la degradación de las normas sociales.

Revertir el deterioro social e institucional, requiere una profunda reforma impositiva, redimensionar el gigantismo estatal corporativo y eliminar la autocracia presidencial.

Dr. Marcelo Castro Corbat

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lunes, 16 de mayo de 2011

PARALIZANTE IMPUESTO A LAS GANANCIAS

La integración del capital con el trabajo produjo el sensacional progreso de la civilización que vivimos en el siglo XXI. Seguir con las ideologías que hace 200 años los enfrentaban, es irracional. No es posible crecer sin invertir capital e incorporar tecnología, y el trabajo ya no es tracción a sangre, sino intelectual. Entorpecer el desarrollo de cualquiera de ellos afecta el bienestar general.

Políticos y oficinistas defienden los impuestos para sostener el gigantesco gasto público. El llamado “a las ganancias”, se creó con la ficción de distribuir burocráticamente el ingreso nacional, que se evapora por la dilapidación, el latrocinio y la corrupción del Estado.

La tasa nominal del impuesto es 35%, pero como la inflación es cercana al 30%, la tasa efectiva se eleva al 45% de las utilidades reales de las empresas, destruyendo su capacidad de capitalizarse e invertir. Los asalariados sufren los efectos en sus ingresos.

El impuesto a las ganancias debe ser rediseñado por paralizar la inversión e impedir la prosperidad de los argentinos. Hasta tanto se modifique, las inversiones de los contribuyentes en la producción de bienes, infraestructura, educación, vivienda y salud, deben ser computables como pago a cuenta del impuesto a las ganancias.



Dr. Marcelo Castro Corbat

Centro Segunda República

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miércoles, 11 de mayo de 2011

POLÍTICAS NACIONALES, DE ESTADO O DE GOBIERNO

Hay diferencias de jerarquía en las políticas que rigen a los países, que tienen directa incidencia en su ordenamiento social e institucional, su integración territorial y demográfica, las estrategias para construir el futuro y para superar problemas coyunturales.

POLÍTICAS NACIONALES son las del pueblo: defensa nacional, libertad individual, reglas morales, paz interna y un proyecto social prometedor. Están en el corazón de los hombres, los que lucharán hasta imponerlas.

POLÍTICAS DE ESTADO son las operativas sectoriales, ajustadas a las anteriores, que delega la ciudadanía en técnicos del Estado y del sector privado, para asegurar los servicios que requiere la sociedad.

POLÍTICAS DE GOBIERNO son las coyunturales, de corto plazo, para encauzar las alteraciones inevitables que produce la evolución social. Estas políticas son las que gobiernan a Argentina: circunstanciales a las urgencias, priorizando políticas electorales y la corrupción sobre razones técnicas y sin resolver los conflictos y requerimientos de la sociedad. Es nuestro desorden.

Argentina carece de políticas Nacionales que convoquen a la ciudadanía y políticas de Estado para proveer los servicios requeridos por la sociedad. Es un país sin rumbo, viviendo en la coyuntura del culebrón político.



11/5/11

Dr. Marcelo Castro Corbat

Centro Segunda República

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lunes, 9 de mayo de 2011

EL CONGLOMERADO MÁS RICO DE ARGENTINA

Alguien se queda con la riqueza que producen los argentinos, tema que debe clarificarse. El Estado, y la corporación sindical, perciben por impuestos directos, indirectos, aportes, contribuciones sociales, etc., el 44,5% del producto bruto interno, que es el total de los ingresos que genera el país. El 55,5% queda para la población, que debe gastar tiempo y dinero para cumplir trámites burocráticos

Ese conglomerado es el que se queda con la mayor porción de los ingresos, sin mejorar a la sociedad. La dilapidación, la ineficiencia, la corrupción, el crimen organizado, la ausencia de control de gestión, la incapacidad para ordenarse y la intervención burocrática deformadora de la actividad del sector privado, son sus características. Mientras esta patológica distribución del ingreso se mantenga, los lamentos y lloros para mejorar a los pobres y para que los argentinos prosperen serán inútiles.

El gigantismo del deteriorado Estado, sus empresas deficitarias y la poderosa corporación sindical, son la causa de la pobreza del pueblo y del retraso en el progreso del país. Solo los ciudadanos, ejerciendo su derecho constitucional de gobernar, podrán ordenar al Estado para que el país prospere.


Dr. Marcelo Castro Corbat

Centro Segunda República

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jueves, 5 de mayo de 2011

AMNISTÍA GENERAL

La existencia de presos políticos que están muriendo en las cárceles argentinas es una aberración social, moral, generadora de odios y destructora de la paz interna. El gobierno constitucional elegido por la ciudadanía, ordenó aniquilar a los guerrilleros, asesinos solapados y traicioneros; se desató la guerra; los ahora presos cumplieron con su deber y se vieron envueltos en una lucha sin cuartel, sin misericordia, donde todo valía. Hombres de honor, como el Presidente Videla, cumplieron su deber. No se fugaron del país.
El Art. 75 Inc. 20 de la Constitución Nacional dispone que corresponde al Congreso… “conceder amnistías generales”. Los argentinos, salvo una reducida minoría violenta, han superado los horrores sufridos en la guerra fratricida y necesitan vivir en armonía. La mayoría opositora puede proponer la ley de amnistía general, y el pueblo sabrá quienes desean la paz interna y quienes no. Alternativamente “puede someter a consulta popular el proyecto de ley” de amnistía, que “no puede ser vetada” y “si el voto es afirmativo lo convertirá en ley” (Art. 40).

Los terroristas y filo terroristas en el poder utilizan todo el imperio del Estado para ensañarse con los que los vencieron. Violan la Constitución y las leyes con argucias, pero no son inmunes. La crispación debe terminar para que los argentinos reconstruyan el bienestar general y la prosperidad del pueblo.

5/5/2010

Dr. Marcelo Castro Corbat

Centro Segunda República

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martes, 3 de mayo de 2011

DESARROLLAR LOS TALENTOS

La sociedad mejora si los ciudadanos pueden desarrollar sus talentos. Si el contexto político-institucional no lo permite, el cuerpo social empeora. Es la historia del avance de la civilización.

El talento es la capacidad de una persona para el ejercicio de una actividad. Cada persona, por causas neurológicas o fisiológicas tiene sus propios y distintos talentos, pero para que se desarrollen mejorando a la sociedad, cada una debe esforzarse y trabajar para perfeccionar su obra, desde la más modesta a la más destacada.

Nuestro país anula o destruye talentos con las burdas ficciones de justicia social o estado de bienestar basadas en que:- la sociedad es intrínsecamente injusta, dando a algunos lo que quita a otros, y que:- solo el Estado puede corregir esa injusticia. Los países que fueron políticamente pervertidos con esos mitos, impidieron el progreso social. En el caso argentino, empeoró a la sociedad y es causa del escándalo público de la indigencia. Además, transformó al Estado en un organismo incapaz y enfermo de corrupción.

Parafraseando: desarrollar los talentos para mejorar la sociedad requiere una disciplina tenaz y paciencia. El bienestar social lo produce el trabajo del hombre: nunca vendrá del cielo ni del Estado.


Dr. Marcelo Castro Corbat

Centro Segunda República

segundarepublica@fibertel.com.ar



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lunes, 2 de mayo de 2011

DERECHA E IZQUIERDA

En todos los países y consiguientemente en todas las sociedades, existen dos corrientes de pensamiento: la que prioriza la intervención del Estado para superar las desigualdades sociales y la que sostiene que el progreso personal solo se alcanza con esfuerzo y prioriza la libertad individual, las que en la jerga política se las denomina la izquierda y la derecha. En política, no existe la verdad absoluta.

El ordenamiento social, político e institucional requiere la presencia de las dos corrientes. En Argentina, la derecha desapareció del escenario político y los que coinciden con el pensamiento son vilipendiados y evitan expresarse.

El mensaje adjunto titulado “Soy de derecha” del Dr. Enrique G. Avogadro, expone pensamientos de derecha que deben difundirse para que se llene el actual vacío político.



Dr. Marcelo Castro Corbat

Centro Segunda República

segundarepublica@fibertel.com.ar





Soy de Derecha



“El político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones, y no en las próximas elecciones”

Winston Churchill



En un momento en que todos nuestros políticos -los de izquierda, por convicción, y los otros, por conveniencia- huyen despavoridos cuando se les pone este mote, he decidido terminar, al menos en lo que a mí respecta, con los circunloquios y asumirme como tal.



Soy de derecha porque creo en la imperiosa necesidad de constituirnos, de una vez por todas, en Nación; esa que, desde la Independencia hemos estado buscando y nunca hemos encontrado. Porque creo en que debemos dejar de ser sólo copropietarios de un edificio (nuestro territorio), regido por un reglamento de copropiedad (la Constitución Nacional y las leyes) que no respetamos y al cual hemos convertido en letra muerta.



Soy de derecha porque creo en la familia tradicional como piedra basal de la sociedad. Porque creo que la naturaleza ha sido lo suficientemente sabia como para pretender corregirla o torcer sus designios.



Soy de derecha porque creo en la necesidad de la definición de una política exterior coherente y permanente, y en el respeto a los demás estados del mundo, para ser igualmente respetados.



Soy de derecha porque creo en la vigencia de los derechos humanos, pero de todos los humanos, y no solamente de los que piensan como yo. Porque creo que esa actitud debería llevar a la Argentina a condenar, olímpicamente, a los regímenes de Libia, Venezuela, Cuba e Irán, pero también a aquéllos que, en el país, los violen, cualquiera sea el motivo que invoquen y sean de derecha o de izquierda.



Soy de derecha porque creo en la necesidad de la verdadera división de poderes, para que éstos, desde sus respectivas funciones, se controlen entre sí y eviten los abusos sobre los ciudadanos. Porque creo en la indispensable recuperación e independencia de los organismos de control, y en el respeto a los mismos. Porque creo que debe terminarse con la corrupción, entendiéndola como bicéfala pues, cada vez que un funcionario cobra, hay alguien que paga.



Soy de derecha porque creo que los políticos que aspiren a administrar la cosa pública deben respetar, estrictamente, las promesas de campaña, dejándolas explicitadas clara y públicamente al asumir sus cargos, y ser juzgados por sus incumplimientos; las modificaciones coyunturales que se presenten como necesarias, deberán ser sometidas a plebiscitos no obligatorios.



Soy de derecha porque creo en la necesidad de terminar ya mismo con las “listas sábanas”, reemplazándolas por la lista única. Porque creo en el voto electrónico, como un instrumento indispensable para evitar fraudes y trapisondas, ya que su libre ejercicio es esencial a la condición de ciudadano.



Soy de derecha porque creo en la libertad de prensa y de expresión, sujetas solamente al cumplimiento de la ley. Porque creo en la necesidad de que el Estado cuente con canales propios de difusión de su labor, con control parlamentario, pero no en que esos medios se transformen en propiedad de quienes, circunstancialmente, gobiernan. Porque creo en la obligación de transparencia en el reparto de la pauta publicitaria estatal, en todos los niveles de la administración.



Soy de derecha porque creo que es indispensable que sólo pueda existir una única renovación en los mandatos, en todos los rangos de la administración pública y hasta en aquellas organizaciones que, sin ser estatales, son públicas, como los sindicatos y las asociaciones patronales.



Soy de derecha porque creo que la Justicia debe hacer cumplir la ley, estrictamente, a todos los ciudadanos, sin distinción de posición económica o color político. Porque creo que sólo podremos tener ser libres y tener un destino común si todos, sin excepción, nos convertimos en esclavos de las normas que rigen nuestra convivencia.



Soy de derecha porque creo en el derecho, y no en la venganza y, menos aún, en la vigencia de una pseudo Justicia tuerta. Porque creo que la sociedad debe exigir a los jueces, de todo nivel pero, sobre todo, a los integrantes de la Corte Suprema de Justicia, el respeto a los sagrados principios de legalidad, de ley penal previa, de inocencia y de cosa juzgada.



Soy de derecha porque creo que los ciudadanos respetuosos de la ley deben ser protegidos, sin cortapisas, de aquellos que la violan y los convierten en víctimas. Porque creo en el necesario respeto a los derechos de los demás, en especial a circular y a expresarse libremente.



Soy de derecha porque creo que los jueces locales, fiscales y defensores públicos deben ser elegidos por sus vecinos, en pueblos y barrios de ciudades. Porque creo que eso permitiría descomprimir seriamente a la Justicia mayor, dándole rapidez y eficiencia. Creo en la necesidad de cubrir, inmediatamente, los cargos judiciales vacantes mediante concursos transparentes y públicos, y en la necesidad de dotar al Poder Judicial de un presupuesto propio y autónomo.



Soy de derecha porque creo en la propiedad privada. Porque creo que ésta no puede estar sometida al capricho de quienes gobiernan ni ser pasto de la voracidad de los poderosos de turno.



Soy de derecha porque creo en la palabra empeñada. Porque creo en el respeto irrestricto a los contratos –en especial, los internacionales- firmados en libertad; sobre todo, creo que esos contratos, aún aquéllos en los cuales una de las partes sea el Estado, deben ser cumplidos a rajatabla.



Soy de derecha porque creo esencial que las tareas públicas deben ser ejercidas por funcionarios probos, especializados y bien pagos, pero sometidos a verdaderos “juicios de residencia” al dejar sus funciones, cualquiera sea el cargo desempeñado. Porque creo en la necesidad de contar con una escuela de administración pública, de la cual salgan quienes deberán ejercer todos los cargos no políticos del Estado.



Soy de derecha porque creo que, cuando los funcionarios tienen el poder de representar al país, no puede desconocerse el mandato otorgado por quienes los ungimos, ni los acuerdos firmados en su ejercicio. Porque también creo que, como cualquier mandatario, deberán responder por los excesos en que hubieran incurrido respecto a las facultades otorgadas.



Soy de derecha porque creo en la indispensable reforma del sistema impositivo, para permitir que éstos sean una real contraprestación del eficiente cumplimiento de los deberes del Estado con los ciudadanos y se evite la verdadera confiscación vigente que, por su desmesura, promueve la evasión y la elusión. Porque creo que, pagando todos, pagaremos menos.



Soy de derecha porque creo necesaria una nueva ley de coparticipación federal, que dé a cada uno lo suyo en forma automática y sin necesidad del poder central.



Soy de derecha porque creo que la policía debe ser el instrumento de la legítima y monopólica violencia en manos del Estado. Porque creo que, como en cualquier sociedad humana, debe existir la condena y el castigo para quienes violan las normas de convivencia, pero con celosa vigilancia de la legitimidad en el ejercicio de esa violencia.



Soy de derecha porque creo que la cabeza local de la policía, sea en pueblos o barrios, debe ser elegida por los ciudadanos con su voto periódico, y residir en la jurisdicción. Porque creo en la “tolerancia cero”, que comience por las faltas más pequeñas para terminar en las más graves. Porque creo que una sociedad debe vivir con ley y con orden.



Soy de derecha porque creo en la necesidad de contar con fuerzas armadas eficientes y altamente profesionalizadas para proveer a la defensa nacional, equipadas con material actualizado y bien pagadas. Porque creo que, hoy, la integridad nacional se vincula tanto a la protección de nuestra plataforma continental cuanto a la lucha contra el narcotráfico internacional.



Soy de derecha porque quiero fronteras seguras para mi patria, con una amplia cobertura de radar y la autorización de derribo a los aviones que rehúsen identificarse y cumplir las instrucciones que se les impartan.



Soy de derecha porque creo en la inmigración. Pero, también, porque creo que ésta debe ser regulada y planificada, exigiendo a quienes aspiren a vivir en nuestro suelo el cumplimiento de los requisitos que la propia sociedad acuerde imponerles.



Soy de derecha porque creo en que el Estado, como expresión de la sociedad, debe planificar la migración interna, fomentando el camino inverso a la concentración en los grandes centros urbanos, y repoblar el país entero.



Soy de derecha porque creo que el principal deber que una sociedad tiene con sus integrantes es la educación pública, con la mayor excelencia posible. Porque creo que es el único instrumento apto para que una sociedad, en conjunto, pueda progresar y desarrollarse.



Soy de derecha porque no creo que el ingreso irrestricto a las universidades sea el camino para lograr recuperar nuestra educación. Porque creo que la sociedad, en su conjunto, debe cumplir la obligación de planificar el destino de sus recursos para brindar verdadera igualdad de oportunidades a todos sus ciudadanos, pero también ejercer el correlativo derecho de fomentar el estudio de las carreras que el país necesita para su crecimiento y desarrollo.



Soy de derecha porque creo que la universidad gratuita sólo beneficia a los privilegiados. Porque creo en que los exámenes deben ser rigurosos y exigentes y, por supuesto, descreo de facilitar, con más oportunidades, la promoción de los estudiantes.



Soy de derecha porque creo en el principio de autoridad de los maestros y profesores, y descreo del gobierno tripartito –casi cuatripartito, por la participación de los no docentes- de las universidades. Porque creo que los estudiantes deben estudiar y, si desean hacer política, deben trabajar en ella en sus horas libres, sin perturbar a los demás.



Soy de derecha porque reniego del derecho atribuido a los centros de estudiantes de participar de la designación de profesores y maestros, y creo que las “ocupaciones” deben ser consideradas infracciones penales y, como tal, reprimidas. Porque creo que debe volverse al sistema de amonestaciones para castigar la inconducta de los educandos.



Soy de derecha porque creo que los maestros deben estar muy bien pagos, pero exigirles presentismo estricto y actualización pedagógica permanente. Porque creo que es imposible impartir enseñanza en el siglo XXI con métodos, conocimientos y herramientas de cien años atrás.



Soy de derecha porque creo que el Estado debe proveer salud pública, gratuita y de excelencia, a todo aquél ciudadano o residente legal que lo necesite. Pero también porque descreo de la teórica necesidad de abrir irrestricta y gratuitamente las puertas de nuestros centros de salud a quienes no lo sean.



Soy de derecha porque creo que el Estado debe facilitar el acceso general a una vivienda digna, pero no regalarla, pues ello debilita a los principios del necesario esfuerzo y del merecido progreso.



Soy de derecha porque creo que debe existir un plan para evitar que los ciudadanos caigan en la pobreza y salgan inmediatamente de la indigencia, pero exigiendo contraprestaciones laborales reales y obligaciones escolares y de prevención sanitaria para los menores.



Soy de derecha porque creo en que debe cuidarse la estabilidad de la moneda, desterrando la inflación de nuestra economía, con un austero, eficiente y honesto manejo del gasto público.



Soy de derecha porque creo que, desde el Estado, debe fomentarse el ahorro privado, para recuperar al crédito como un factor fundamental del desarrollo industrial. Porque creo que los bancos deben asociarse a las empresas creativas, y no ser meros prestamistas.



Soy de derecha porque creo que el Estado y sus entidades financieras deben apoyar a la industria nacional, pero no permitir que continúe necesitando de subsidios directos o encubiertos, sino para que salgan a competir en el mundo montadas más sobre la calidad que sobre la cantidad. Porque creo en la necesidad de la protección a esa industria nacional, pero no a costa de permitir que ésta transforme al mercado interno en un coto de caza reservado.



Soy de derecha por cada una de las razones expresadas y por muchas otras, que mencionaré más adelante. Cada párrafo –el orden en que aparace no se vincula a su importancia- tiene su propia explicación y justificación, pero ello no puede ser objeto de una nota como ésta, ya demasiado larga. Pero quedo a disposición de mis lectores para discutirlas.



Mientras tanto, como dije al principio, asumo mi condición de derecha sin pudor y sin vergüenza, y espero que muchos políticos y ciudadanos imiten esta actitud adhiriendo a estas propuestas en Facebook o en el blog. Cuando se reúna el número necesario de voluntades, podremos realizar una reunión para organizarnos y llevarlas adelante.



Por la supervivencia de la Argentina, espero que sea pronto.

Bs. As., 10 Abr 11


Enrique Guillermo Avogadro

Abogado

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miércoles, 27 de abril de 2011

COMBATIENDO EL CAPITAL Y… LA INVERSIÓN

El Banco Central de la República Argentina ha informado que en el año 2010, se fueron del país 11.400 millones de dólares, que confirmaría que en los últimos 4 años, el monto enviado al exterior rondaría los 57.500 millones de dólares. La cifra equivalente en pesos sería de 45.000 millones en el 2010 y de 230.000 millones en los años 2007 / 2010. Las cifras son desfachatadas, limitando la prosperidad de los argentinos.

El proceso político argentino de combate al capital y su consiguiente expatriación (haciéndolos exiliarse de la patria), no se da ni en Brasil, Chile, Uruguay, Perú, ni en México, países que resguardan la inversión privada para que la sociedad prospere. La expatriación es el resultado de una perversión política que, argumentando falsedades de defensa de los trabajadores, combate la formación y acumulación de capital y su inversión en la producción de bienes y servicios. Impide:- crear puestos de trabajo;- absorber la desocupación;- y, aumentar los salarios reales y el ingreso per cápita de los argentinos.

Lo incoherente del Gobierno es su pretensión de atraer capitales extranjeros manteniendo políticas que expatrían los capitales argentinos.

La expatriación de capitales argentinos, aporta inversiones y financiación a los países ricos. Lo social y económicamente nefasto es la baja tasa de inversión nacional, que si no crece, es imposible superar la pobreza.

Dr. Marcelo Castro Corbat

Centro Segunda República

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lunes, 25 de abril de 2011

EDUCACIÓN, DOCENTES Y POBREZA

Los diarios informan que el sueldo de los maestros argentinos del sector estatal es de 475 dólares. Francia y España lo quintuplican, USA lo septuplica, Inglaterra lo cuadriplica, Italia lo triplica y Brasil lo duplica. Es un botón de muestra del empobrecimiento de Argentina, que origina sistémicos paros laborales, anarquía en la enseñanza y desprestigio de la docencia.

La educación requiere enormes INVERSIONES en:- buenos sueldos docentes,- seleccionarlos, capacitarlos y evaluarlos,- mantenimiento de los establecimientos,- material e instrumental de enseñanza,- comedores escolares y espacio para deportes, y,- becas y créditos educativos a estudiantes. El Estado no tiene recursos para estas inversiones y los que dispone son malgastados o dilapidados.

La falta de inversión se puede ir cubriendo si se autoriza que las inversiones en educación que realice el sector privado sean computables como pago a cuenta del impuesto a las ganancias.

El desquicio de la educación requerirá más de una década para reordenarla, y generó la aparición de decenas de sindicatos de docentes y no docentes que, en permanente conflicto, entorpecen su reestructuración. La solución de fondo es que la sociedad argentina vuelva a ser próspera, invierta en educación y que los padres sean los responsables de educar a sus hijos.

Dr. Marcelo Castro Corbat

Centro Segunda República

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miércoles, 20 de abril de 2011

EL PROGRAMA EXPORTADOR

Argentina acumula miles de problemas, pobreza, y deterioro social e institucional, que hunde al pueblo en un abrumador desorden: confusión social y tensiones, los políticos no pueden resolverlos y los más irresponsables prometen soluciones extravagantes.

Las falencias no pueden remediarse en el corto plazo, por lo que el país debe decidir las políticas para superarlas. El objetivo debe ser eliminar la pobreza y que el ingreso per cápita de la población se equipare al de los países ricos, lo que requiere triplicar sus actuales ingresos. No se conseguirá con nuestro reducido mercado interno, ni estimulando el consumo interno (que será efímero), ni redistribuyendo los ingresos del sector privado, (que retrasará la inversión), ni aumentando el gasto y la inversión pública, (que alimentará la corrupción y dilapidará recursos).

Para que los argentinos sean ricos en la comparación internacional, deben triplicarse las exportaciones al enorme mercado mundial. La mayor actividad económica inexorablemente creará nuevas fuentes de trabajo, aumentará los salarios reales y el mercado doméstico y, ayudará a resolver problemas acumulados. Las exportaciones no pueden resolver el flagelo de la corrupción, las deformaciones institucionales y la autocracia, pero son una condición ineludible para la prosperidad y la armonía social.

20 abr 2011

Dr. Marcelo Castro Corbat

Centro Segunda República

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miércoles, 13 de abril de 2011

EL JET SET DEL SHOW SINDICAL

Al secretario general de la Unión Ferroviaria, la policía lo ubicó viviendo en un departamento en Puerto Madero, que es la zona inmobiliaria más cara del país, y por orden judicial lo apresó.

El título de este epigrama podría traducirse como “La clase rica y ostentosa de la fiesta sindical”.

La ciudadanía escucha comentarios de ostentación de riqueza por algunos dirigentes sindicales, en casas, autos, estancias, haras de caballos de carrera, participación en empresas de servicios, etc.; y los que viajan por el mundo pueden verlos en Porto Cervo, de la Costa Esmeralda de Cerdeña, o las playas de Florianópolis, lo que no sería criticable si esa riqueza fuera el producto del trabajo y esfuerzo en el marco de la ley.

La ciudadanía percibe que esa riqueza se genera con mecanismos de corrupción, violencia y delincuencia, creando un sordo y creciente repudio a la dirigencia de la corporación sindical.

El país vive soportando la fiesta sindical, que tendrá su fin como todos los procesos en los que se violan la cultura y los valores sociales. Su fin no será pacífico, porque los delincuentes pelearán para mantener su botín, pero la sociedad no tiene otra alternativa que enfrentarlos, y para ello debe saber que son poderosos y aguerridos.

13 abr 2011

Dr. Marcelo Castro Corbat

Centro Segunda República

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miércoles, 6 de abril de 2011

PRESIDENCIALISMO CATASTRÓFICO

La Constitución argentina de 1853/60 se decretó siguiendo el modelo exitoso de la de Estados Unidos de América, sin evaluar las diferencias culturales, políticas e históricas que existían entre ambas sociedades. En EUA los Estados defendieron sus derechos y, sin cederlos al gobierno central, crearon el equilibrio de poderes; la Argentina caudillesca creó un presidente fuerte, autocrático y abusador, que empobrece con impuestos a todo el país.

En los últimos 110 años (1900 a 2010), Argentina vivió la destrucción institucional y el estancamiento económico y social, con 41 presidentes que en promedio duraron 2,8 años; EUA tuvo 20 presidentes que promediaron 5,6 años. Los argentinos tienen las mismas raíces étnicas que los habitantes de EUA; el problema no es cultural, es el degradado sistema institucional.

El presidencialismo es la tragedia política argentina, que viola los principios republicanos, impide la democracia representativa, anula el federalismo, genera la corrupción e ineficiencia de la administración pública, somete las provincias y los otros poderes del Gobierno Federal y lo mas grave socialmente, impide la prosperidad de los argentinos y el bienestar general.

Debe remplazarse el corrompido presidencialismo por el sistema parlamentario, para que el pueblo gobierne por medio de sus representantes. La enmienda constitucional debe aprobarse en consulta popular.

6 abr 2011

Dr. Marcelo Castro Corbat

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viernes, 1 de abril de 2011

DEBATES SOBRE EL FRACASO ARGENTINO

El fracaso político e institucional argentino está demostrado con:- los pobres e indigentes de las villas;- el empobrecimiento de la clase media;- la caída de los salarios en la comparación mundial;- el deterioro en educación, salud, transporte y servicios;- la corrupción, inseguridad e inflación;- los abusos presidenciales;- el enfrentamiento entre los tres Poderes, etc.

Hay miles de grupos que debaten diariamente nuestras falencias, que en las condiciones actuales no se solucionarán y que los políticos son incapaces de corregirlas. Decenas de miles de argentinos están desorientados e irritados porque “el gobierno no es del pueblo” sino de corporaciones políticas y gremiales que se ocupan de beneficiarse con el poder.

Argentina debe volver a ser un país rico para poder recuperarse. En la pobreza nada se puede arreglar. Para ser rica, Argentina debe triplicar sus exportaciones, lo que creará puestos de trabajo, elevará los salarios y mejorará la educación, salud, vivienda, servicios y seguridad.

Es el mensaje al pueblo, el que debe ser:- honesto;- no hay riqueza sin trabajar;- el aumento de las exportaciones definirá el ritmo de las mejoras;- poco se puede esperar de nuestro enfermo Gobierno Federal;- la recuperación nacional depende de la acción del sector privado;- y el inevitable ajuste de la economía debe hacerse recortando el dilapidador y corrupto gasto público.

31 mar 2011


Dr. Marcelo Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar




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miércoles, 30 de marzo de 2011

MEJORAR SALARIOS O VIVIR DE LIMOSNAS

El crecimiento de la pobreza y la indigencia es un escándalo social y moral, generado por las funestas políticas justicialistas y estatizantes, y por el poder y capacidad de la corporación sindical para paralizar actividades.

Como el Gobierno Federal y la corporación son incapaces de mejorar el salario real, dispusieron dar limosnas a pobres, calificadas de “Asignación universal por hijo para protección social”, y ahora a “Pensiones no contributivas” que rápidamente son devoradas por la inflación. Seguirá la pobreza, indigencia, desnutrición y deterioro de la educación.

Nadie se opone a tirar un salvavidas al que se hunde, pero lo que debe hacerse es sacarlo del fango. Los argentinos quieren progresar, no vivir de limosnas. Pueden triplicarse los salarios, triplicando las exportaciones al enorme mercado internacional, lo que creará nuevas oportunidades de trabajo. Requiere:- eliminar los impuestos y trabas burocráticas que gravan las exportaciones;- invertir para la producción de bienes y servicios, incorporar tecnología, personal y capacitarlo y computar como pago a cuenta del impuesto a las ganancias las inversiones productivas en el país.

Todos los argentinos deben saber que si no se aumentan las exportaciones, seguirán la pobreza, la indigencia y los bajos sueldos.

30 mar 2011



Dr. Marcelo Castro Corbat

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ARGENTINOS BIZANTINOS

En 1453, los turcos comandados por el Sultán Mehmet II tenían rodeada a Constantinopla (Bizancio), capital del Imperio romano de Oriente. Se cuenta que cuando estaban a punto de conquistarla, los sabios bizantinos, en lugar de organizar la defensa, perdían energías discutiendo sobre el sexo de los ángeles. Atacó el Sultán, y destruyó el imperio.

Decenas de miles de sabios argentinos pierden energías discutiendo propuestas para los miles de conflictos sociales que se amontonan desde hace 65 años, y que no los resolverán sin atacar los tres grandes temas nacionales:

1- Terminar con la pobreza, triplicando las exportaciones de bienes y servicios, lo que permitirá triplicar los salarios. Los argentinos pueden hacerlo. La sociedad no puede prosperar estando en conflicto social.

2- Eliminar los corruptos en la administración pública, el crimen organizado y la inseguridad ciudadana, que destruyen la moral y la paz.

3- Enmendar la Constitución: eliminando la autocracia presidencial, las deformaciones institucionales acumuladas, el opresor Gobierno Federal y las ficciones que tiene la Constitución.

El apoyo ciudadano es decisivo para alcanzar esos objetivos. Lograrlos requerirá no menos de veinte años, pero los frutos se irán apreciando año a año y facilitarán resolver los miles de problemas que se siguen amontonando.


28 mar 2011


Dr. Marcelo Castro Corbat

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miércoles, 23 de marzo de 2011

GASTO ESTATAL Y DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO

La inmensa mayoría de los políticos sostienen que la desigualdad en la distribución del ingreso se origina en la perversa apropiación de la riqueza por los ricos, que esclavizan a los pobres. Es una deformación ideológica, refutada por la realidad que se vive en países con elevados ingresos per cápita.

El ingreso en Argentina se distribuye entre: a) el Gobierno y los sindicatos, que son barriles sin fondo, con dilapidadores y delincuentes; y b) el sector privado, con pocos ricos y muchos pobres.

Nación, provincias y municipalidades se quedan con el 43% de los ingresos de los argentinos, generan gastos con exigencias burocráticas por más del 2% del PBI, y los sindicatos reciben su propia tajada. El total ronda el 50% del PBI. Los que pagan este exceso son los pobres, empezando con el 25% de impuestos al consumo. Esta aberración aparece como inquebrantable. El Estado es el origen de la pobreza y de la desigualdad en la distribución del ingreso.

Estado y paraestatales son organismos enfermos, ineficientes, dilapidadores, y corruptos. Con esta estructura el país no se recuperará, los funcionarios seguirán enriqueciéndose, y los que trabajan, arrastrándose.

Reestructurar el Estado será una muy dura lucha contra los delincuentes que lo manejan, pero hay que enfrentarlos para sacar al pueblo de la pobreza.

Dr. Marcelo Castro Corbat

Centro Segunda República

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martes, 22 de marzo de 2011

LOS DOS PROGRAMAS: EL COYUNTURAL Y EL EXPORTADOR

Argentina está en crisis, visualizable en: subsidios a la población y empresas, pobreza e indigencia, inflación, conflictos salariales, y deterioro de los servicios y, ocultada parcialmente por el precio de las commodities. Argentina también está en decadencia en la comparación internacional, por los bajos salarios, la mala calidad de vida y la inseguridad, que son inocultables.

El nuevo gobierno en Diciembre 2011 deberá resolver la crisis. Cargar el ajuste al pueblo generará duras tensiones sociales. El programa debe rediseñar las funciones del Estado y de la corporación sindical, que absorben casi el 50% del ingreso nacional y combatir la dilapidación y la corrupción.

Sólo se podrá revertir la decadencia, duplicando o triplicando las exportaciones, que duplicará o triplicará los salarios reales, e invirtiendo en la producción de bienes y servicios, para lo que hay capitales nacionales disponibles. Los que creen que con nuestro pequeño mercado interno, la población puede mejorar su nivel de vida, viven en otro planeta.

El programa exportador dará frutos según su avance, pero requerirá no menos de 20 años para que los salarios reales se tripliquen. Para que no sea abortado políticamente hay que erradicar la corrupción, el crimen organizado y enmendar la Constitución para eliminar la autocracia presidencial.

Sin definir cual es el rumbo, se repetirá la crisis y seguirá la decadencia.


22 mar 2011


Dr. Marcelo Castro Corbat

Centro Segunda República

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