viernes, 19 de agosto de 2011

EN UN PAÍS POBRE, TODO ES DIFÍCIL Y DURO

El nivel de pobreza de un país se mide por el ingreso per cápita de sus habitantes. Hasta 1950, Argentina integraba el grupo de países ricos: los top ten. En 2010 el promedio mundial de ingreso per cápita en dólares nominales, fue de USD9.218 y el de Argentina de USD9.138, en el puesto 62 (Fuente: FMI). De los 62 países, 3 tuvieron más de USD76.000; 23 entre USD67.000 y USD30.000; 32 entre USD28.000 y USD10.000 y 4 con USD9.000.

Argentina no es un país pobre. Es un país estancado, con ingresos per cápita menores al promedio mundial. El estancamiento se inicia a finales de la década de 1940 con el lema de la Justicia Social, el combate al capital y el gigantismo paquidérmico y corrupto del Estado. Argentina estaba en excelentes condiciones para participar en el crecimiento mundial y hoy el ingreso per cápita rondaría los USD40.000, los sueldos estarían triplicados, no existiría el escándalo de la pobreza ni el deterioro de su capital humano.

El empobrecimiento de los argentinos, impide que puedan pagar el costo del transporte ferroviario y automotor, y las inversiones necesarias para mejorar los servicios; el mejoramiento educativo por maestros mal pagos, y en establecimientos con carencias en material didáctico; mejorar la salud y la desnutrición infantil, etc. La lista de penurias es interminable.

La Política Nacional prioritaria es triplicar los salarios de los argentinos para sacarlos de la pobreza, sólo posible si se aumentan exportaciones.


Dr. Marcelo Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar




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