En Argentina, desde hace más de sesenta años se impuso la política que, para mejorar el nivel de vida de la población, el Estado debe subsidiar el consumo de los sectores de menores ingresos e impedir la suba de precios del mercado interno.
Los efectos nocivos de esa política fueron:- las empresas argentinas se descapitalizaron;- se vendieron a multinacionales;- cayó la inversión privada;- se fugaron capitales;- cayó la producción de bienes y servicios;- cayeron o desaparecieron sectores exportadores y se deterioró la infraestructura. Finalmente: el nivel de vida de la población bajó de estar entre los más altos del planeta, al puesto 64;- el salario real se congeló:- se destrozó la educación y la salud;- desapareció el acceso a la vivienda;- crecieron los bolsones de pobreza y el mercado interno es de millones de habitantes empobrecidos.
Con ese escaso mercado, los indigentes y pobres seguirán excluidos, con un ingreso menor a 13 mil dólares anuales (promedio por habitante), habiendo en el mundo mas de 1000 millones que triplican ese ingreso. Sacar a los habitantes de la pobreza requiere triplicar sus ingresos, sólo posible si Argentina quintuplica sus exportaciones a un mercado potencial de 2.000 millones de consumidores, lo que agrandará el mercado interno.
Sin un vigoroso aumento de las exportaciones, no mejorarán los pobres.
3/9/2010
Dr. Marcelo Castro Corbat
Centro Segunda República
segundarepublica@fibertel.com.ar
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