viernes, 27 de agosto de 2010

LA DESIGUALDAD DE LOS SERES HUMANOS

Los hombres son física y fisiológicamente semejantes, pero en el desarrollo de sus vidas aparecen diferencias que los van desigualando.

Tienen distintas capacidades y percepciones derivadas de disímiles características biológicas, microcircuitos neuronales e influencias culturales. Está demostrado con las huellas dactilares que diferencian a cada hombre: son semejantes entre ellos, pero jamás serán iguales.

Las grandes desigualdades provienen de herencias genéticas, de las propias aptitudes físicas o mentales de cada ser humano para superar obstáculos y en la capacidad de su sistema neuronal para generar la voluntad de persistir en el esfuerzo. La pretensión de una sociedad de iguales es una ficción de políticos ignorantes, que altera el orden y la armonía social.

De todas esas causas, la definitoria es la capacidad para el esfuerzo, que la sociedad acepta como requisito para el progreso: ningún ser humano puede sobresalir si no trabaja tenazmente para alcanzar su objetivo. Está dicho: ganarás el pan con el sudor de tu frente; el genio es 1% de inspiración y 99% de transpiración; el “dolce far niente” no mejora la vida del hombre, etc.

La presunción que los avances tecnológicos liberarán al hombre del esfuerzo es una falsedad. Le liberarán tiempo para concentrarse en lo que para él es la actividad que llena su vida, pero para gozarla deberá esforzarse.


27/08/10



Dr. Marcelo Castro Corbat

Centro Segunda República

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